Publicada el: 11 / May / 2012
Etiquetas: Alfredo Alvárez-Cascos González, Benito González García, Ceferino Ballesteros, Genaro Alas, Javier Aguirre, José Belaunde Costa, José tartiere, Juan Sitges, Julián Obón, Luis Caso de los Cobos, Manuel García Barbón, Manuel Uría, Mariano Colubi, Ramón García Castro, Tomás Menéndez Valdés, Tranvía Eléctrico de Villalegre a Castrillón por Avilés, Victoriano Balsera
La población de Salinas en el Concejo de Castrillón, pasó de ser, a finales del siglo XIX un núcleo veraniego y una zona residencial, situada cercana a San Juan de Nieva lugar considerado como puerto de Avilés, pasó a tener dos conexiones definidas tranviarias, una mediante un tranvía de vapor (1892 á 1833) y otra mediante tranvía Eléctrico, competidor del anterior (1921 á 1960). En la presente exposición, únicamente les presentaremos al primero de los dos.
Los antecedentes a la implantación de esta línea de tranvía, obedecen a la solicitud presentada por Javier Aguirre de Iturralde y el ingeniero militar Genaro García-Alas Ureña, solicitando la concesión de un tranvía con motor animal, de Avilés a la Plaza de Salinas, por la carretera de Avilés á Pravia. Solicitando se apruebe el proyecto y la concesión. En cuyo caso, la Dirección General de Obras Públicas pasó la solicitud a información pública, recabando otras solicitudes con el objeto de que concurrieran con el proyecto. (Gaceta de Madrid, 09.02.1887). De esta subasta no tenemos otras noticias.
Hasta que el 1º de abril de 1891, Manuel Uria y Mariano Colubi solicitaron a la Administración la concesión de un tranvía a vapor de Avilés a Salinas, que debería discurrir por la carretera de Avilés a Muros de Nalón y Pravia, invadiendo en su parte final el camino vecinal de Raices a Salinas. Pese a que el proyecto original se redactó como tranvía de sangre, pasó a considerarse con tracción vapor, por efecto de un estudio de confrontación de costes que arrojaba 148.925 pesetas en el caso de explotar la línea con tracción de sangre, y 196.747 pesetas si se llevaba a cabo con tracción vapor, como así fue, al tener en consideración que los costos de mantenimiento en tracción vapor eran sensiblemente inferiores a los de tracción de sangre.
Por otra parte el ingeniero de caminos Alfredo Alvárez-Cascos González, emitió un informe redactado el 12 de abril de 1890, en el que para la vía métrica dio varias consideraciones en el empleo del carril tipo Vignole de 16 kg/ml abandonando el empleo del carril con contracarril, reflejado en el proyecto. Quedando el proyecto aprobado por la R.O. 17.11.1891, presentando 4.991 ml de itinerario, en un trazado que afectaba a determinados intereses del Ayuntamiento de Castrillón, que se opuso al mismo, consiguiendo la variación del proyecto original.
Modificado el trayecto, pasó a ser de 4.748 ml, de los que 3.663 eran de tranvía y el resto fuera de las vías públicas, atravesaba el arroyo de Pola, donde se sustituyó el primitivo puente de madera por otro de obra de fábrica, según el informe de la Jefatura de Obras Públicas de Oviedo, emitido el 22 de noviembre de 1892 (Javier Roselló Iglesias, Revista Carril nº 66, septiembre de 2008).
La Administración siguiendo el procedimiento marcado por la ley, hizo pública la solicitud en la Gaceta de Madrid y en el Boletín Oficial de la Provincia, con el objeto de que otras proposiciones se presentaran, para mejorara el proyecto de los solicitante. Fijando el 12 de mayo de 1892 para la celebración de la misma. Debiendo ajustarse al pliego de Condiciones particulares de la concesión y a las tarifas aprobadas en la R.O. de 1º de abril de 1891, y al proyecto aprobado con prescripciones en la R.O. de 17 de noviembre del mismo año.
A la que no se presentaron otros postores, y en consecuencia se les otorgó la concesión a Manuel Uría y a Mariano Colubi. Quienes cedieron el proyecto y sus derechos en la subasta, autorizados por la R.O. de 11 de julio de 1892 a un grupo de inversores formado por:
Manuel García Barbón |
Benito González García |
Tomás Menéndez Valdés |
Ramón García Castro |
Obtuvieron la concesión al no presentarse otros postores en la subasta al gozar del derecho de tanteo por ser propietarios del proyecto y haberse subrogado en la solicitud, el 7 de septiembre de 1892.(Gaceta de Madrid, 17.09.1892).
Seguidamente los cuatro socios propietarios de la concesión del Tranvía a Vapor de Avilés a Salinas solicitaron el 26 de octubre de 1892 (Gaceta de Madrid, 25.11.1892), la concesión de un tranvía entre Avilés y Villalegre, como prolongación de la concesión que detentaban, declarado de utilidad pública por la R.O. de 4 de septiembre de 1893 (Gaceta de Madrid, 07.10.1893). Esta solicitud y la concesión entre Avilés y Salinas , sirvieron de base para la creación del “Tranvía a Vapor del Litoral Asturiano”, celebrando el acto de constitución de la sociedad el 12 de abril de 1893 en la notaria de Secundino de la Torre Orviz, mediante un capital social de 350.000 pesetas repartido en 700 acciones de 500 pesetas. Resultando la formación de su primer Consejo de Administración con los siguientes cargos
Presidente del Consejo | Manuel García Barbón |
Director Gerente | Benito González García |
Secretario | Tomás Menéndez Valdés |
Vocal | Ramón García Castro |
El tranvía a vapor de Avilés a Salinas se inauguró el 4 de julio de 1893, siendo una realidad transcurridos diez años, con un costo de implantación de 260.000 Pts.La línea que partía de Salinas atravesando el Rio Raices, hasta La Marruca y desde allí á Avilés, fue inaugurada mediante tracción vapor. Este tranvía funcionó en un primer momento, únicamente los días de mercado, domingos y festivos. En Salinas rendía sus servicios en la calle Galan , donde contaba, al final de la calle, con una estación y con un apartadero con cocheras y cocherón para las locomotoras. Disponiendo en Avilés de un apartadero junto a la estación de Norte, hasta la que se tendió un enlace del tranvía para facilitar el intercambio de las escasas mercancías que recibía.
Debemos señalar que el 13 de febrero de 1900 (Gaceta de Madrid, 24.12.1900), José Belaunde Costa solicitó un tranvía de sangre de Avilés a Villalegre. En fecha posterior a la de los solicitantes del Tranvía a Vapor del Litoral Asturiano. No obstante la concesión de estos último no se llevó a cabo y entró en caducidad, hasta que Tomás Menéndez Valdés la solicitó acompañando proyecto en 1906 (Gaceta de Madrid. 12.12.1906).
A finales de siglo, la compañía atravesó una profunda crisis, hasta que en 1900, Tomás Méndez Valdés adquirió la compañía evitando su cierre y que el Estado se hiciera cargo de la misma. Modificó los servicios, instalando un apartadero en La Marruca, aboliendo las clases e implantando una tarifa para los mineros de Arnao y los trabajadores de la fundición de la Real Compañía Asturiana.
Por comunicación de Francisco Javier Alonso, conocemos que este tranvía era conocido por los avilesinos , como «la Chocolatera».
En la Gaceta de Madrid del 3 de septiembre de 1902, aparece un anuncio de esta compañía en el que por decisión de la Junta General de Accionistas celebrada el 16 de abril de 1899, se acordó vender en pública subasta el material que seguidamente relacionamos:
a) Material Móvil:
2 locomotoras Stuart de 9 Tm
8 coches de 2ª clase
1 coche de 1ª clase
1 furgón de equipajes
2 plataformas de mercancías
b) La vía y obras desde Avilés a Salinas, en total 5 kms de vía de un metro
c) Edificios : Estación de Salinas
Cocheras de La Marruca
Terrenos en Salinas que ocupan 5.030 m2
d) repuestos, consistentes en herramientas, útiles de taller, traviesas y carriles
la subasta tendría lugar en las oficinas de la Compañía en Salinas el 1 de octubre de 1902.
En febrero de 1903, la sociedad decidió rebajar las tarifas , cediendo a los empleados de la línea el 25 % de las utilidades que se obtuvieran en la explotación (GCH, 08.02.1903).
En diciembre de 1906, se solicitó en la Dirección General de Obras Públicas por la Compañía del Tranvía a Vapor del Litoral Asturiano, la concesión de una línea entre Villalegre y Avilés, como prolongación de la existente entre Avilés y Salinas. Disponiendo la Administración que se hiciera publica la solicitud, para recabar otros proyectos que mejoraran el presentado por la compañía solicitante (GCH, 16.12.1906).
La sociedad operaba en 1907 bajo la dirección de Tomás Menéndez, con domicilio social en Avilés. Contaba en aquel tiempo con un capital social de 350.000 pts.
La compañía de tranvías tuvo un cualificado competidor a partir del 21 de enero de 1921, en el tranvía eléctrico de Avilés.
Disponía de 5 Km de línea, servida por 2 locomotoras, ocho coches, dos furgones, una plataforma y una vagoneta. Estuvo abierta al público hasta 1936. Algunos autores sitúan su cierre en 1955.
Para actuar en las explotaciones mineras se formó en París, la «Société Francaise Mines de Villareal et Salinas», con capital de 750.000 Fr. en 7.500 acciones, de 100 Fr, para la explotación de las minas de hierro llamadas de Villareal (Alava) y Salinas ( Los Transportes Férreos, 24.12.1910)
Aunque no nos consta que la sociedad del “Tranvía a Vapor de Avilés a Salinas” fuera adquirida por otra compañía, si que tenemos noticias por la Revista Minera Tomo 67, año 1916, página 472, de la formación en Avilés de una nueva sociedad denominada “Tranvía Eléctrico de Villalegre a Castrillón por Avilés” , constituida con un capital de 1.000.000 pts, cuya comisión gestora tenia suscritas en Junio de 1916, acciones por valor de 554.000 pts, siendo su primer consejo integrado por los señores ;
Presidente | Juan Sitges |
Vocal | Luis Caso de los Cobos |
Vocal | José Tartiere |
Vocal | Ceferino Ballesteros |
Vocal | Victoriano Balsera |
Vocal | Julián Obón |
Al respecto del “Tranvía Eléctrico de Villalegre a Castrillón por Avilés”, la Gaceta de los Caminos del Hierro ( 01.10.1916), anunció la constitución de esta sociedad como Sociedad Anónima con un capital de 1.000.000 pts en títulos de 500 pts, de la que la comisión gestora había suscrito hasta la fecha (octubre de 1916), un total de 554.000 pts.
Respecto a la del tranvía eléctrico de Villalegre a Avilés y San Juan de Nieva, competidora del Tranvía a Vapor de Avilés a Salinas – conocido como tranvía a vapor del Litoral Asturiano. Se conocía que en el acta de la subasta celebrada para adjudicar la concesión del tranvía eléctrico de Villalegre a Avilés y San Juan de Nieva, según las formalidades legales, y en especial las exigidas por la Real orden de 8 de Julio 1920, no se presentaron proposiciones en el remate para optar a la concesión. A la que acudió, previo depósito de la garantía la Compañía del Tranvía eléctrico de Avilés (ver, Tranvía de Avilés ), que aceptó el pliego de condiciones de la concesión, siendo adjudicada la subasta otorgada, el 7 de agosto de 1920, a dicha compañía la concesión del tranvía eléctrico de Villalegre a Avilés y San Juan de Nieva, ajustada al proyecto aprobado y sujetándose al pliego de condiciones y a las tarifas que sirvieron de base a la subasta y que se publicaron en la Gaceta de Madrid de 9 de Julio de 1920. ( GCH,01.1.1920)
Material móvil
Locomotoras
numero | nombre | rodaje | fabricante | Año fab. | Nº fabrica | Reff. |
Aviles | 0.2.0.T | Hartley, Arnoux & Faning | 1892 | 69 | (1)(3) | |
Salinas | 0.2.0.t | Hertley, Arnoux & Faning | 1892 | 70 | (2)(3) |
(1) | Nº 569 en el listado de Kerr Stuart |
(2) | Nº 570 en el listado de Kerr Stuart |
(3) | Carenadas tipo tranvía con techo corrido |
Respecto del escaso número de coches conocido de esta compañía, se desconoce su procedencia y destino. El anuario de los Ferrocarriles Españoles, manifiesta en su edicion de 1908 (Página 258) la propiedad de 2 locomotoras, 2 furgones, 1 plataforma , 1 vagoneta y 8 coches.
Productos de explotación:
año | viajeros | Ingresos Pts | Gastos Pts | Coef.expl.% |
1905 (b) | 109.003 | 33.191,00 | ||
1906 (b) | 107.494 | 33.333,80 | ||
1911 (a) | 46.498 | |||
1916 (a) | 23.194 | |||
1928 | 37.793 | 12.702 |
(a) datos del anuario de 1916, del Instituto Nacional de Estadística
(b) Anuario de los Ferrocarriles Españoles, año 1908, página 260 y 258
Los gastos por otros conceptos, que ascendían a 119.249,09 se deben a que en los talleres de la misma compañía se realizaban reparaciones para el exterior y se mantenía una fundición de piezas, fundición que pervivió aún cuando dejó de operar el tranvía, siendo dedicada a la reparación naval, girando bajo la denominación de “Tanvía a Vapor del Litoral Asturiano”.