Funicular de Gelida

Situado en la Comarca de L´Alt Penedés en la  provincia de Barcelona a unos 40 Km de la capital, en plena comarca del Penedés. Gelida  una población situada sobre una ladera, tuvo la necesidad de comunicarse con la estación de MZA. y así facilitar a sus habitantes el desplazamiento a sus puestos de trabajo en otras poblaciones.

La primitiva intención de establecer un tranvía – en 1916 – fue desechada como consecuencia de un informe redactado por el ingeniero  Santiago Rubió y Tudurí (Revista Minera, Tomo 75, año 1924, página  319 ). El proyecto definitivo fue redactó por Santiago Rubió y Tudurí.

El Funicular de Gélida próximo  iniciar su construcción entre la población de Gélida (Barcelona) situada en la cima de una colina que dominaba el valle del río Noya y su estación de ferrocarril en la línea de Barcelona a Tarragona por Villafranca, presentando un  trayecto en línea recta, con un desnivel de más de cien metros.

En una reunión celebrada  en Gélida, se aprobaron los estatutos de la nueva sociedad Funicular de Gelida, y se nombró el Consejo de Administración que actuaría mientras se construyera el ferrocarril; un vez reunido en un período de menos de dos meses el capital necesario para llevarlo a cabo. Durante la citada reunión, se acordó por aclamación el hacer a los empleados partícipes en los beneficios de la Empresa. ( GCH, 20.19.1920)

Santiago Rubio i Tudurí ,el desarrollo de aquel proyecto movió a los habitantes de Gelida a crear la sociedad «Funicular de Gelida S.A. “, el 30 de septiembre de 1920, presidida por José Rosell uno de sus impulsores y Alcalde de la localidad. Para dotar a la misma del caìtal suficiente se emitieron  6000 acciones de 50 Pts siendo rápidamente suscritas, gracias a la participación de todos los vecinos permitió que se colocara la primera piedra el 20 de agosto de 1916.

Funicular de Gelida, postal comercial, Foto Roisin

El desarrollo del proyecto, requirió  gestiones administrativas, concedidas provisionalmente, al amparo de la  solicitud  del funicular sin subvención ni garantía de interés, sobre el proyecto aprobado por la R.O. de 3 de junio de 1924 (Gaceta de Madrid, 17.09.1924) y aceptar el pliego de condiciones particulares de la concesión, detalladas en la misma Real Orden, entre las que destacaban: la concesión por 99 años y la declaración de utilidad pública respecto de las expropiaciones necesarias para su establecimiento.

En la Gaceta de Madrid del 19 de Agosto de 1924, se insertó :

Visto el expediente y proyecto de un ferrocarril funicular en la provincia de Barcelona, desde Gélida a su estación del ferrocarril de Madrid a Zaragoza y a Alicante, cuya concesión, sin subvención ni garantía de interés, tiene solicitada a su favor la Sociedad anónima «Funicular de Gélida»:
Vista la ley de Ferrocarriles secundarios de 28 de Febrero de 1912 y el Reglamento dictado para su ejecución: Visto el pliego de condiciones particulares, aprobado por Real orden de 10 del corriente y aceptado por la representación de la Compañía peticionaria: Vista la Real orden de 8 del anterior Junio, aprobatoria del proyecto de este ferrocarril:

Resaltando que en el expediente instruido al efecto se han llenado todos los requisitos exigidos por las disposiciones vigentes; S. M. el Rey (q. D. g.), de acuerdo con lo propuesto por la Dirección general de Obras públicas, ha tenido a bien disponer se otorgue a la Sociedad anónima «Funicular de Gélida» la concesión del mencionado ferrocarril, sin
subvención ni garantía de interés, entendiéndose otorgada con sujeción a cuanto determinan la ley y Reglamento de Ferrocarriles anteriormente citados, al pliego de condiciones particulares y a todas las demás disposiciones de carácter general dictadas o que se dicten en lo sucesivo y sean aplicables al expresado ferrocarril funicular.
Lo que comunico a V. S. para su conocimiento y efectos procedentes. Dios guarde a V. S. muchos afios. Madrid, 29 de Julio de 1924.—El director general, Faquineto.—Señor gobernador civil de la provincia de Barcelona (1).

Las obras se iniciaron en abril de 1923 antes se ser concedida la línea, sin subvención ni garantía de interés por el Estado (Gaceta de Madrid, 19.08.1924). Llegando la inauguración el 1 de noviembre de 1924. Su coste superó escasamente las 400.000 pts.

Las obras, según nota de la Gaceta de los Caminos de Hierro del 20 de diciembre de 1923, manifestando  el coste total de la instalación de unas 400.000 pts, siendo encomendada la construcción a “Construcciones Electromecánicas J. de Miquel y Cía”, quienes llegaron a desarrollar un novedoso sistema de frenos patentado por la misma empresa. En un principio se aprovechó parte del material procedente del Funicular del Tibidabo, sustituido en 1922  por otro más moderno, siendo repetido para su utilización al de Gélida, entre el que destacaba parte del suministrado por Von Roll en el Tibidabo

El precio de los billetes se fijó en :

Pese a que la aceptación del funicular fue alta, decreció en los años 70 debido a la proliferación del parque móvil disponible en la localidad. Descendiendo drásticamente a partir de 1972.

El servicio fue municipalizado a partir del  año 1977. Si bien el 1 de mayo de 1980 el funicular pasó a ser explotado por los Ferrocarriles de la Generalitat Catalana (FGC). La titularidad siguió en manos de «Funicular de Gelida S.A.» hasta que el 16 de septiembre de 1988 pasó a FGC. ente que tomó a su cargo la renovación de todo el sistema iniciando una segunda etapa de servicio y explotación a partir del 3 de abril de 1992.

Funicular de Gelida, foto Luis Martínez

La línea cubría un desnivel de 103 ml en un recorrido de 860 ml, con un  rasante del 8,8 %, hasta el cruce de 95 ml, a partir del mismo la rasante pasa a 12,5 % y en los últimos 200 metros antes de llegar a la estación superior  al  22 %. La línea de vía métrica se estableció sobre carril Vignole, asentado en traviesas de madera sobre balasto. Esto es posible gracias a que este es el funicular de menos pendiente del estado español.

Siendo levantada en 1981 y rehecha en su totalidad. El primitivo accionamiento era del tipo Von Roll, procedente de la compra de segunda mano del que funcionó desde 1901 en el funicular del Tibidabo, retirado y en desuso al renovarse aquella línea por primera vez en 1922. Fue revisado y puesto a punto  por «Construcciones Electromecánicas J. de Miquel y Cia», sustituyendo el motor original por otro de 60 Cv a 730 rpm  funcionando a 220 V.

Este motor fue sustituido en la renovación realizada en 1981 por otro de 75 Cv cc a 440 V por la compañía «Construcciones Electromecánicas Beasain «. Su alimentación a través de un grupo Ward-Leonard, permitía al mecanismo accionar una polea de 29 mm arrastrando los coches construidos por J. de Miquel, de 8 x 2 ml, y carrozados por carpintería Estrada. La capacidad de los mismos, era para 27 personas sentadas y 23 de pié, con un peso de 5000 Kg en vacío. Dotados de frenos tipo Ruprech, estos coches fueron reconstruidos en los talleres de FGC en 1981.