Publicada el: 29 / Nov / 2018
Desde la creación en 1863 del Ministerio de Ultramar , se contempló a Puerto Rico como una de las provincias españolas. En dicha isla y atendiendo a la aportación de los facultativos suficientes, para atender las funciones encomendadas al Negociado de Obras Públicas: Faros, Puertos , Caminos carreteros, puentes y lo que en definitiva motiva nuestro archivo, en todo lo referente a los ferrocarriles en esta isla.
El Cuerpo de Ingenieros de Caminos, surtió de ingenieros , ayudantes de Obras Públicas y de sobrestantes, estos últimos se formarían en una escuela específica que impartió sus enseñanzas en la propia isla. Si bien la dotación económica y de personal fue muy irregular con el tiempo. En 1878 contaba con 5 ingenieros de caminos, solo dos en 1882, uno en 1888, y cinco en 1897.
En cuanto a la legislación aplicable a los ferrocarriles de Filipinas, citaremos la siguiente legislación:
-Real Decreto de 25 de agosto de 1858, aplicando a las obras públicas de Filipinas el de 27 de febrero de 1852, sobre la contratación de servicios públicos cuando las obras públicas se ejecuten por contrata.
– Real Decreto de 10 de diciembre de 1858, del Ministerio de Guerra y Ultramar, dictando las reglas a que han de sujetarse las concesiones de ferrocarriles en la Isla de Cuba, aplicado a Filipinas con las modificaciones pertinentes, por Real Decreto de 6 de agosto de 1875.
– Orden de 15 de febrero de 1869, autorizando a las empresas concesionarias de ferrocarriles en explotación para ejecutar obras de ampliación y mejora, en la forma que se expresa.
– Orden de 12 de agosto de 1870, disponiendo que cualquier particular o Compañía pueda construir líneas férreas cuya concesión se le haya negado anteriormente siempre que sea por su cuenta y sin pedir la previa declaración de utilidad pública.
– Real Orden de 26 de junio de 1875, disponiendo el estudio del plan general de ferrocarriles de la isla de Luzón.
– Ley de Obras Públicas de 20 de abril de 1877, en lo referente a ferrocarriles.
– Ley de Fomento de 23 de noviembre de 1877, aprobando el plan general de ferrocarriles tanto de servicio general como de particular.
– Real decreto de Fomento de 24 de mayo de 1878, aprobando el reglamento para la ejecución de la Ley general de ferrocarriles de 23 de noviembre de 1877.
– Real Decreto de 11 de mayo de 1883, estableciendo el plan de ferrocarriles de Luzón.
El lector que este interesado en su consulta deberá acceder al Archivo Histórico Nacional , referencia ES.28079.AHN/2.3.1.16.2.5.5
Un documento fundamental para conocer la posible política ferroviaria en Puerto Rico según los criterios del Ministerio de Ultramar, es el informe emitido el 15 de mayo de 1876 por el ingeniero de caminos Leonardo de Tejada y Morales, inserto en la Memoria de Obras Públicas del año 1877, conocidas también por su publicación en la Revista de Obras Públicas de 1877 , a lo largo de varias entregas en ese mismo año. Dicho informe representa el cumplimiento del expediente de la R.O. de 20 de febrero de 1874 a instancias del Ministerio de Ultramar.
Leonardo de Tejada y Morales, contempló una red entre la capital y los seis departamentos administrativos en los que se divide la isla. Emitiendo una memoria con sus conclusiones que seria presentada al informe de la Diputación Provincial, en un enfoque en el que se contemplaba la existencia de las deficientes carreteras litorales y su posible sustitución por ferrocarriles, manifestando las distintas opciones comparativas , sobre la conveniencia de sustituirlos, puesto que la mayoría de los caminos eran prácticamente intransitables.
Para ello se planteó el llamado ferrocarril de la Costa , entre la Capital y Arencibo, cuya traza discurriría por terrenos poco accidentados, requiriendo algunas obras de fábrica , como los puentes de San Antonio y Martín Peña en la bahía de Puerto Rico y los de Bayamon, Plata, Cibuco, Manatá y Arucibo, considerando el paso por Riopiedra y Guaynabo,Guarecillo y Aguadina.
Las distintas etapas en su estudio, construcción y desarrollo, quedan fijadas en un itinerario, sobre el que se llegaron a considerar otras alternativas, pero que en resumen era :
Arecibo a Hatillé | |
Atille a Camuy | |
Camuy a Quebradilla | por el río Guatica |
Quebradilla a La Isabela | |
La Isabela a Aguadilla | por el barrio de Malezas, siendo este el punto mas difícil de ejecutar, considerando una variante más próxima a la costa por: Boringen , Aguacate y Guerrero ( Aguadilla era la capital del Departamento) |
Aguadilla a Mayagüez | por : Aguada, Rincón y Añasco |
Mayagüez a Ponce | |
Ponce a Guayama y Arroyo | teniendo en cuenta el proyecto de Mr. Webb para el Ferrocarril de Ponce a Arroyo |
Arroyo a Patillas | |
Maunabo al Cabo de Malapascua y a Jabucoa | donde existía un trayecto muy difícil de ejecutar, a lo largo de 10 Kms |
Jabucoa a Humacao | |
Humacao a Fajardo | |
Fajardo a la capital |
Se llegó a considerar la adaptación de parte de algunos trazados carreteros y de caminos para el ferrocarril, desechando tal posibilidad. Se adoptaría de el ancho 1,067 ( 3.1/2 pies) y túneles para una sola vía, buscando siempre una economía de coste, curvas de radio no inferior a ls 150 ml, velocidades comerciales de 30 Km/h, rasantes no superiores a los 25 mm y carril tipo Vignole de 20 Kg/ml, situado sobre una banqueta de 4 ml con lecho de balasto de 2500 mm de ancho y 500 mm de altura máxima. Previsto para locomotoras de 15 Tm de peso arrastrando vagones y coches cuyo ancho sería de 2000 mm.
En realidad algunas de esas líneas propuestas, se basaron en parte, sobre un estudio redactado por el ingeniero Webb, cuyas copias estaban depositadas en los archivos de la jefatura de Obras Públicas de Puerto Rico, estudiando las lineas : La capital a Arecibo, Ponce a Guayama y Arroyo, Jabuco a Humacao , cuyas principales características ,citaremos:
Capital a Arecibo de 78 Kms, que atravesaba un terreno llano, sobre manglares y rieras. Cuyo coste se fijó en 38.000 pesos, de los que 14.000 pesos/Km se dedicarían a expropiaciones, explanaciones y obras de fábrica. Y, los 24.000 pesos restantes a estaciones , material fijo y material móvil.
Ponce a Guayama y Arroyo de 66 Kms, que igual a la anterior también atravesaba terrenos llanos, cuantificada en 34.000 pesos/Km, distribuidos 9000 pesos en expropiaciones , explanaciones y obras de fábrica y los 25.000 restantes en material fijo, material móvil y edificios de las estaciones.
Jabuco a Humacao de 24 Km, donde el proyecto situaba una banqueta ondulada con ciertas particularidades orográficas, cuyo coste se fijó en 46.000 pesos/Km, de los que 20.000 se destinaban a expropiación de terrenos, explanación y obras de fábrica, en tanto que los restantes 26.000 pesos a material fijo y móvil, y estaciones
Todas estas líneas solo sumaban el 10 % de la totalidad de ferrocarriles previstos en la isla, donde calculando un coste medio de 20.000 pesos/Km, y estando previstos instalar aproximadamente 500 Km del Plan, requerirían una dotación de 10.000.000 de pesos , cuando las carreteras del litoral deberían tener un costo de 4.975.000 pesos, y añadiendo los intereses , llegar a los 5.500.00 pesos
En cuanto a ferrocarriles, existían 240 kilómetros en explotación, 12 en construcción y 217 en proyecto; pero, según se especifica, en el estado de conservación de la mayor parte de la principal línea, era deficiente en lo referente al material fijo y malo en lo que respecta al material rodante.
Se hizo cargo en 1891, el ingeniero de caminos Eduardo Cabello Ebrentz, como jefe de servicio en el negociado de Obras Públicas, donde desempeñó el cargo entre dicho año y 1898, dentro de un espacio suficientemente dilatado para dominar toda la problemática de obras públicas. Eran los tiempos en que la 1ª línea férrea establecida en la isla, el ferrocarril de San Juan a Arecibo, formando parte de un ferrocarril de contorno proyectado para toda la isla. Un ferrocarril contemplado en la memoria redactada en 1877 por el ingeniero de caminos Leonardo de Tejada Morales.( ROP 1877.pág 22 , 25-I, págs 157-159 y 169-171), de la que hemos dado cuenta anteriormente
Para elaborar todo lo relativo a la cuantificación de estas inversiones, Leonardo de Tejada Morales, llevo a cabo comparativos con otros ferrocarriles establecidos en Cuba y Filipinas, cuyas características podrían ser muy similares, siempre buscando que las cantidades reflejadas fueran económicas y lo más reales posible.
En todo caso, si se optaba , como solución, establecer los ferrocarriles desestimando las carreteras y al coste del ferrocarril, se le aplicaba un 40 % de subvención, sobre el coste total de la línea. Sería menor que el coste de construcción y conservación de las carreteras, contando con la reversión de las líneas que a los 99 años de concesión pasarían al poder del Estado. Se llegó, incluso, a considerar, que la ejecución de la banqueta y obras de arte de las citadas líneas, podía ser equiparable al 40 % de su coste y cederlo, a modo de subvención a la compañía concesionaria.
La propuesta de 15 de mayo de 1876, formulada por Leonardo de Tejada quedaría reducida a :
1º) que es conveniente y posible, económicamente la sustitución de las carreteras por un ferrocarril.
2º) que el trazado, deberá seguir la línea de la costa, recorriendo todas las cabeceras de departamentos.
3º) que no será posible aprovechar los trozos de carretera existentes, pues las modificaciones que existirían en las condiciones actuales de estos, para establecer el ferrocarril, darían lugar a mayores gastos, que el llevar el trazado próximo a la playa, donde el terreno es más fácil.
4º) que el ferrocarril deberá contornear toda la isla , pasando por Humaco, Naguabo, Fajardo y Loiza, siguiendo hasta a la capital, en vez de hacerlo por Humaco y Caguas , por el interior.
5º) Que el ferrocarril deberá ser de sistema económico , siendo sus principales elementos los siguientes:
6º) que el coste de las explanaciones y obras del ferrocarril ,será menor , o a lo mas ,igual al coste que tendrían las carreteras del litoral y la capitalización de los gastos de consideración de estas.
7º) que la subvención para la ejecución de este ferrocarril deberá ser, a lo mas, equivalente a los gastos de la explanación de obras y abonarse a medida que se ejecuten las obras. En ningún caso excederá de la subvención de las cantidades abonadas , del 40 % de la subvención del ferrocarril.
8º) que si se decidiera la construcción del ferrocarril, cabría darle publicidad, especialmente en Inglaterra, a las condiciones que se fijase para la concesión, especialmente allí donde tan desarrollado está el espíritu de empresa y de donde necesariamente habrían de venir los capitales.
9º) la línea se dividiría en secciones, cada una de ellas enlazaría dos capitales de departamento. De manera que la concesión se haría por líneas entre departamentos o bien por el total, corriendo a cargo del adjudicatario la redacción definitiva del proyecto. El concesionario recibiría la subvención , de acuerdo con las características del proyecto presentado.
La R.O 17.12.1886 autorizó la subasta de las cinco líneas, cuatro de ellas perimetrales y una radial, cuyo montante arrojaba unos itinerarios de 546,8 Kms, concediendo el Estado la garantía del 8 % sobre el capital invertido. La garantía se aplicaría sobre las cantidades comprendidas entre 15.000y 12.000 pesos/Km. Celebrada la subasta , se adjudicó a Ivo Bosch Puig, cediendo los derechos de la concesión a la Compañía de los Ferrocarriles de Puerto Rico. Esta empresa confió la construcción a la » Societé d´Entreprises et des Constructions des colonies Espagnoles» cuyo director era M. Lebrun, cuya ejecución se contemplaría en 6 años.
En 1888 se autorizó la emisión de una 1rª hipoteca, mediante la emisión de hipotecas de 500`pts/ unidad con el interés de 15 pts/año equivalentes al 3 % anual.
La concesión del ferrocarril de la costa, fue solicitada por Laureano Pozzi, siendo desestimada por la Administración en la R.O.22.03.1893.
El ingeniero de caminos Juan Cervantes Pinelo y Sanz de Andino estuvo al servicio de dicho ferrocarril entre 1889 y 1893 ( ROP -39-IX-137,139) donde participó en su construcción.
El 28 de marzo de 1891, se inauguró el 1er tramo de dicho ferrocarril, una 1ª sección comprendida entre Martín Peña, y Manatí ,al año siguiente alcanzó La Carolina, y desde Manatí llegó a Arecibo y Camuy. En 1898 se circulaba entre San Juan y Carolina, San Juan a Camuy, y Aguadilla a Hormigueros, Yauco y Ponce , y Arecibo, siendo explotado comercialmente a partir del día 10 del mismo mes y año , una vez inspeccionado por el ingeniero militar Giraldez y por el ingeniero de caminos de la jefatura de obras públicas Ricardo Ivorra Montllor.
En la Compañía de los Ferrocarriles de Puerto Rico, se pasó de unos ingresos de explotación, desde el 1.° de Julio hasta el 30 de Septiembre de 1927 de 267.100,24 pesos, cuando en igual periodo de 1916 se consiguieron 976.610,66 pesos ( GCH,01.01.1928 ).
Los ingenieros destinados en Puerto Rico:
Miguel Martínez de Campos, jefe de 2ª clase. Inspector General
Evaristo Churruca, jefe de 2ª clase. Jefe de Distrito..
César Llorens Ceriola, jefe de 2ª clase. Jefe de Distrito