Publicada el: 08 / May / 2012
Etiquetas: Aragon Coal Railways, Ferrocarril de Valls á Vilanova y Barcelona, Jaime Vicente Gómez y Cía, José María Anglada y Ruiz, León Cappa y Bejar
Este es uno de los ferrocarriles impulsados por las fuerzas vivas del Bajo Aragón, desde la Junta Especial de Carreteras y Ferrocarriles, constituida en 1841, que entre otros, propuso el paso por Alcañiz de la llamada línea directa entre Cataluña y Madrid.
El descubrimiento de la riqueza minera de Gargallo, Estercuel, Palomar, Aliaga, Montalbán y Utrillas, manifestó que se podria alcanzar una gran producción minera en los 12.000.000 de m2 de superficie de aquellas concesiones. Los estudios del ingeniero de minas Martínez de Acibar , y las referencias manifestadas por los expertos mineros Guillermo Schultz, Tintoré y por el geólogo Broussez, avalaban una actividad que requería el establecimiento de un ferrocarril para alcanzar los mercados.
Los industriales Santiago y Francisco Contel invirtieron en las concesiones mineras de la zona, creando la «Sociedad comanditaria especial minera Contel y Cía», arropados de muy cualificados socios. Entre ellos El duque de Rivas, Senador Vitalicio y Ex embajador en París ; el Marqués de la Ribera, Ex embajador en la corte de San Petersburgo ; El Marqués de Aranda, Secretario del Senado ; el Marqués de Vilallobar, ex diputado á Cortes ; el Marqués de Bogaraya, tambien ex diputado a Cortes ; el Marqués de Viana , y el de Heredia ; Reinaldo Jimenez de Sandoval y Saavedra , y Manuel Flores Calderón Ex secretario del Ministro de Fomento.
El primer Consejo de Administración lo integraron los siguientes señores:
Presidente | el Marqués de Aranda |
Vocal | el Marqués de Bogaya |
Vocal | el Marqués de Viana |
Secretario | el Marqués de Villobal |
Vocal | Manuel Flores Calderon |
Gerente | Juan Francisco Contel Marqués |
Apoderado | Santiago Contel Marqués |
(Cuadro elaborado sobre datos de la Memoria informe de Nicolás Sancho Moreno 31 de Marzo de 1881, Biblioteca Nacional de España)
Estos antecedentes de los denominados ferrocarriles carboníferos, se cifran en las concesiones del 5 de agosto de 1857 de una línea a la sociedad “Jaime Vicente Gómez y Cia” entre Utrillas y el Ebro (La Zaida). Existía interés en sacar el carbón a través de un tramo navegable del Ebro y alcanzar el Mediterráneo.
No obstante las mayores explotaciones se concentraban en las 4200 pertenencias de la «Sociedad comanditaria especial minera Contel y Cía», cuyas apetencias eran sacar la producción a través del ferrocarril del Bajo Aragón, cuyo primer itinerario contemplaba acceder a la cuenca carbonera desde Val de Zafán á Gargallo por Andorra y salir por Hijar á Caspe y el Ebro, barajando la posiblidad de , en un futuro, alcanzar Luco, Calamocha y Teruel hasta Sagunto. La alternativoa hasta el Mediterraneo, se contemplaba por Alcañiz y Tortosa, dentro de un ambicioso plan cuya solución se realizó en parte.
En la misma fecha se concedió otra línea a León Cappa y Bejar entre Gargallo y Escatrón, para enlazar con el Zaragoza á Escatrón concebido en 1865 con vía de ancho iberico ( 1670 mm). El interés se centraba en el desarrollo de los estudios previos sobre la cuenca de Gargallo y Utrillas.
Para el estudio de la línea del Ferrocarril de Val de Zafan á Gargallo, concurrieron dos grupos empresariales tomando datos de campo a partir del 23 de marzo de 1863, uno de ellos integrado por los empresarios Juan Anguera, Federico Gomis y el ingeniero francés Pechú.
El segundo grupo interesado, lo impulsó en junio de 1862, el empresario León Kappa, quien en la promoción de su iniciativa se rodeó de Mr. Parquer, banquero de París, quien contó con un ingeniero asesor, por el ingeniero belga Gerard, por el Sr. Suarez en su calidad de inspector del Gobierno, acompañado del técnico Arraiz, así como del arquitecto Segundo Díaz, conocido por su intervención en la construcción del ferrocarril de Tarragona á Reus.
Cappa el 24 de mayo de 1864 consiguió la autorizacion de las Cortes, del ferrocarril entre Zaragoza y Escatrón , sin subvención alguna. Dicha concesión le llegaba a Cappa gracias al apoyo de los diputados Ribó, Ferrer de la Torre, Galindo, Castellano , Valero y Algora que presentaron en Cortes la proposición de Ley ( Memoria informe de Nicolás Sancho Moreno 31 de Marzo de 1881, páginas 25 á 30. Biblioteca Nacional de España)
El Ferrocarril de Zaragoza á Escatrón o del Príncipe de Asturias, concedido a León Cappa data de 1865, solicitando en 1866 la prolongación de esta linea, cuyos trámites no pasaron del Senado al concluir la legislatura. En este caso la solicitud se formuló en nombre de la «Sociedad de los Ferrocarriles Carboniferos de Aragón», una vez establecidos sus estatutos el 13 de agosto de 1869 , elevados a escritura pública el uno de septiembre del mismo año.
Los Ferrocarriles Carboníferos de Aragón estaban formados por el Ferrocarril de Zaragoza á Escatrón, una línea que fue concebida para cubrir 85 kilómetros de los que únicamente se construyeron y explotaron 69,62 kilómetros entre Zaragoza y la Puebla de Hijar. A la que se añadió la concesión estudios y planos de la línea hasta Gargallo, concesión que disponía de una subvención de 3.552.000 Pts. y un conjunto de explotaciones carboneras en Gargallo y Utrillas. Formaron parte de su Consejo de Administración el Sr. Conde de Peralcampo y P. de la Escosura.
La linea desde Zaragoza , iniciada en 1865, se estableción muy lentamente , llegando a El Burgo, no sin atravesar serios problemas económicos que exigieron una refundación de la sociedad en 1869. Reiniciadas las obras en mayo de 1872 se abrió a la explotación hasta Fuentes en junio de 1874, alcanzando en septiembre de 1876 la estación de Pina.
Desde Pina se contemplaria la prolongación en dos secciones:
1ª De Pina á Val de Zafan
2ª De Val de Zafan á Gargallo
Se alcanzó La Zaida en octubre de 1878 y Puebla de Hijar el 25 de mayo de 1879, gracias a las subvenciones concedidas por la Ley de 2o de junio de 1871.
Siendo administrador el Conde de Peracampo , se emitieron el 1 de julio de 1871, una primara emisión de 12.000 obligaciones de 475 pts al 6 % de interés , amortizables por sorteo en 40 años. La emisión de esta primera hipoteca estaba avalada por 11.137.675 pts cantidad en la que había valorado la administracion la linea, segun consta en la Gaceta de Madrid de 14 de diciembre de 1869. Esta emisión se puso en circulación al tiempo en que se promulgaba la ley por la que se subvencionaba con 60.000 pts/km el establecimiento de este ferrocarril.
Los consejos de administración de esta compañía venian siendo nombrados entre 1871 y 1879 por el Juzgado. El 2 de enero de 1876, el administrador judicial de la compañía solicitó que las subvenciones se liquidaran por cada trozo del ferrocarril que entrara en servicio, rechazando que se abonen al concluir la línea, solicitando que se abone el correspondiente al de Zaragoza á Fuentes , que en 1876 llevaba 18 meses en explotación. La solicitud se formulaba al observar que únicamente se entregaba el 55 % del importe de las obras realizadas por la compañía y certificadas por el ingeniero de acuerdo con la Ley de 2 de julio de 1870. La Administración denegó la solicitud y le instó a que concluya las obras de los 66 ks especificados en la concesión (Gaceta de Madrid, 28.10.1876).
El Gobierno nombró un Consejo , presidido por Tomás Pelayo y Joaquin Andrés, que habian ocupado el cargo en los dos últimos consejos. La linea cuando alcanzó Val de Zafan , ya estaba en manos de los acreedores, nombrando estos en una Junta celebrada el 30 de noviembre de 1879 un nuevo Consejo, llegando a solicitar la suspensión del tráfico y la caducidad de la línea en manos de la «Sociedad de los Ferrocarriles Carboniferos de Aragón».
Quedaba pendiente la solución de continuidad hasta Gargallo por Andorra desde Val de Zafan, cuya concesión se contempló en la Ley de 13 de septiembre de 1869.( Memoria informe de Nicolás Sancho Moreno 31 de Marzo de 1881, páginas 28 á 36. Biblioteca Nacional de España)
La compañía de los Ferrocarriles Carboníferos de Aragón (Aragón Coal Railways), se encontraba desde el 26 de Octubre de 1880 en suspensión de pagos por sentencia de un juzgado de Madrid. La sociedad fue adquirida el 13 de julio de 1881, por José María Anglada y Ruiz un hombre de paja de la compañía del “Ferrocarril de Valls á Vilanova y Barcelona” formalizando la escritura ante el notario de Madrid Félix González Carballada. José María Anglada y Ruiz facilitó que Gumá deseara prolongar la linea de Val de Zafan a Zaragoza de la sociedad Ferrocarriles Carboníferos de Aragón mediante un enlace con Reus y Tarragona, auspiciado por el General Prim, Ministro de la Guerra en la Regencia del Reino del General Francisco Serrano y Dominguez. Una iniciativa apoyada por Francisco de Pedro, diputado por Alcañiz, plasmada en la Ley de 2 de julio de 1870 y en la General de Ferrocarriles de 23 de noviembre de 1877 donde se incluyó.
La ley de 2 de julio de 1870 contempló el auxilio de 60.000 pts/km destinada a la prolongación hasta Tarragona por Reus y la asegunda ley facultó al Gobierno para sacarla á publica subasta.
La sociedad Ferrocarriles Carboníferos de Aragón tenia pendiente desde 1869, solucionar la línea de Val de Zafan á Gargallo.Cuya ejecución apremió el Gobierno, en cuyo caso la sociedad presentó un proyecto , que fué desestimado con prescripciones que subsanar. Marcando por la R.O. de 25 de noviembre de 1873, como limite de plazo para el 25 de marzo de 1874. La empresa incumplió los plazos establecidos por la Administración.
Aprovechando la debilidad administrativa de la empresa, un grupo de interesados en resolver esta situación, se reunió en Alcañíz el 26 de junio de 1879, recabando del Gobiero que la linea de Val de Zafan a Gargallo se iniciara en Alcañiz, consiguiendo sus pretenciones al aprobar las Cortes el 14 de mayo de 1880 un enlace a Gargallo en las proximidades de Alcañiz mediante un ferrocarril de 44 Kms, cuya confrontación sobre el terreno llevaron a cobo el ingeniero de caminos Primitivo Mateo Sagasta y el ayudante de Obras Públicas Mariano Riera a las ordenes de Faquineto ingeniero de caminos de la División. ( Memoria informe de Nicolás Sancho Moreno 31 de Marzo de 1881, página 45. Biblioteca Nacional de España)
El convenio de la suspensión de pagos, contempló el pago de 6.600.000 pesetas de los 11.600.000 pts que realmente debía la sociedad, siendo aprobado judicialmente. Dando pié a múltiples especulaciones sobre el proceder de su Consejo de Administración en la venta de la sociedad a la compañía del “Ferrocarril de Valls á Vilanova y Barcelona”, puesto que la propuesta de compra se recibió el 3 de julio, exactamente tres días antes de que se aprobara el convenio judicial y se formalizó el 13 de julio de 1881 a nombre de José María Anglada y Ruiz, vecino de Madrid por 7.125.000 pesetas, quien tal y como anteriormente hemos manifestado, revendió los activos de la misma el 25 de julio, a la sociedad “Ferrocarril de Valls á Vilanova y Barcelona” por 10.500.000 pesetas. Esta operación fue impugnada por los accionistas minoritarios de los Ferrocarriles Carboníferos de Aragón y por los obligacionistas. No obstante el Gobierno se inhibió en su resolución manifestada en la R.O. de 10 de octubre de 1881. (ver, Puebla de Hijar a Alcañiz, Tortosa y San Carlos de la Rápita)
Por la Gaceta de Madrid del 18 de septiembre de 1899 conocemos la orden de segregación del tramo de Samper a Gargallo de la concesión de Val de Zafan á Gargallo. Y la segregación del trozo de Val de Zafan á Escatron de la concesión del Ferrocarril de Zaragoza á Escatrón.