Publicada el: 06 / May / 2012
Etiquetas: Sociedad de Aguas de Cádiz
El 11 de julio de 1890 (Gaceta de Madrid, 10.07.1890), se le concedió permiso a la Sociedad de Aguas de Cádiz, para transformar en ferrocarril económico el tranvía a vapor de San Fernando á Chiclana, declarado de utilidad pública, concediendo un plazo de 5 años para su ejecución.
La Revista Minera ( Tomo 38, año 1887 pàg 337) criticó ampliamente la adquisición del material móvil y de los carriles en Bélgica, creando incluso un antecedente a la proyectada línea de Medina Sidonia a Chiclana, que posiblemente se proyecte y realice después de la de Chiclana á San Fernando. Ello en detrimento de la industria nacional que se encontraba en condiciones de suministrar un material tan adecuado como el que se desea importar para esta línea (Revista minera XXXIX -1887 pág 337-338)
Hasta que en 1895 el facultativo Aniceto Abasolo y Rojas redactó un proyecto de tranvía electrico entre Cadiz, San Fernando y Carraca, con un ramal al arsenal de la Carraca, y otro con destino final en Chiclana, con sendos pasos por el puente Suazo y por el caño Zurraque.
Este proyecto contempló hacer uso de las «patentes» de los acumuladores eléctricos de Isaac Peral , destinados a aprovechar la fuerza de las mareas de los molinos del río Arillo y San José, para la carga de las baterías de las respectivas unidades del tranvía. Este proyecto no se llevó a cabo.
En la Gaceta de los Caminos de Hierro del 8 de febrero de 1915, se publicó un suelto sobre la referencia de lo mencionado por la revista especializada “ La Cotización Española”, haciendo un somero comentario al proyecto de tranvía en vía estrecha entre Chiclana y San Fernando, cuyo recorrido previsto sería de 10 Kms. Manifestando aquella revista la falta de capitalistas que asumieran el proyecto, ni siquiera la Diputación estaba interesada, ni tampoco los ayuntamientos que debería recorrer la línea, ni siquiera el de Chiclana , considerado como el principal beneficiario de su instalación.