Publicada el: 09 / Ago / 2012
Etiquetas: Arturo Durán, Arturo Pertegaz, Checa (Guadalajara)., Conde de Romanones, Gustavo Cacho Saavedra, Joaquin Ramón García, José J. Navarro de Haro, Juan Stuyck, Leopoldo de Gorostiza y Alvarez de Sotomayor, Miguel Rosillo, Rafael Blazques Selios
Esta iniciativa era sustentada por la Sociedad de Minas de Cobre de Guadalajara y Ferrocarril de Medinaceli a Monreal del Campo. Manifestó entre sus fines sociales la constitución de la compañía y la construcción del ferrocarril que partiendo de Guadalajara o Torralba enlazara en Teruel con el Central de Aragón, a través de la Sierra de Albarracin.
Destinado a la explotación del Coto Minero de Checa, uniría las lineas de MZA de Madrid á Zaragoza y la del Central de Aragón en Monreal. Esta linea fue descartada al elaborar el plan de Ferrocarriles Secundarios , pese a que distintas iniciativas la apoyaron
La sociedad fue constituida el 31 de enero de 1905 ( otros autores indican el 23.07.1905), en la notaría de Antonio Turón, de Madrid, con el objeto de explotar el coto minero situado en el término municipal de Checa (Guadalajara). Sus pertenencias englobaban 23 minas con 115 pertenencias, de las que las conocidas como Santo Domingo , Ave María y San José , venían siendo explotadas por la sociedad «Checa, Madrid, Checa», que las aportaron a la nueva sociedad en el acto de su constitución.
El Consejo de Administración los formaron:
accionista | cargo o procedencia |
Alvaro de Figueroa, Conde de Romanones | nombrado primer Presidente |
Juan Stuyck | abogado y administrador de la sociedad minera La Plata |
Arturo Pertegaz | propietario ex diputado a Cortes |
José J. Navarro de Haro | abogado de la compañía concesionaria del ferrocarril del litoral valenciano |
Miguel Rosillo | cajero de «La Equitativa» |
Gustavo Cacho Saavedra | ex director del Ferrocarril del Tajuña |
Leopoldo de Gorostiza y Alvarez de Sotomayor | ingeniero |
Joaquin Ramón García | presidente del consejo de administración de Minas de Otero de Herreros |
Rafael Blazquez Selios | propietario |
(GCH, 01.03.1905)
El siguiente 23 de febrero tomaron posesión de sus cargos, ordenando al director técnico que presentara un informe con el plan de labores y presupuesto para iniciar la explotación, ocupando el cargo de Director-Gerente el abogado consejero de la sociedad José J. Navarro de Haro . En cuyo caso para llevarlas a cabo se propuso una emisión pública de acciones. Nombrando secretario del Consejo a Arturo Durán, que se incorporó una vez llegado de Almería donde desempeñó cargos en varias explotaciones mineras. El capital de 1.000.000 de pesetas era insuficiente para atender al establecimiento del ferrocarril (Los Transportes Férreos, 01.03.1905)
El desarrollo de las minas de piritas de hierro y el del propio ferrocarril obligó a la compañía a emitir 250.000 pts en obligaciones hipotecarias, mediante 500 títulos de 500 pts /und. al tipo de emisión del 90 % y al interés del 5 % anual (GCH, 24.07.1905). Con la garantía del coto minero formado por 27 concesiones en 395 hectáreas , tasado en 1.185.000 pts , los edificios de la explotación , de reciente construcción tasados en 140.000 pts, la maquinaria por 49.000 pts y la producción de mineral, cifrada en 1905 en 2 Tm/día a 300 pts/Tm. Otras informaciones cuantificaban su producción en 8.000 Tm/mes de piritas de hierro (Los Transportes Férreos, 27.07.1905).
Esta sociedad fue ampliamente criticada por la prensa especializada (Los Transportes Férreos, 27.07.1905) permitir obligaciones , una vez constituida, sin desarrollar su capital social, a falta de establecer el ferrocarril para dar salida a la producción. Aconsejando que dicho ferrocarril tuviera su salida a través del Central de Aragón para alcanzar el puerto de Valencia.
La sociedad pasó por extremas dificultades financieras , como se deduce de los términos de la convocatoria formulada el 19 de enero de 1906, a Junta General Extraordinaria de accionistas de la empresa, a celebrar el 13 de febrero del mismo año, para deliberar sobre el futuro de la sociedad. Manifestando que se discutiría presentar la suspensión de pagos, o aceptar la venta de las minas.
La prensa especializada (GCH, 16.02.1907), manifestó que quienes estuvieran interesados en la pervivencia de la sociedad, desistieran , a la vista de la nefasta gestión económica llevada a cabo.