Publicada el: 08 / Mar / 2014
Etiquetas: Antonio Buceño Bulgarini, Aranda de Duero, Braojos, Cardeñadijo, Carlos Braconier, Castrillo, Cerezo de Arriba, Cilleruelo, Corral de Ayllón, Fuentelcesped, Gumiel de Izan, Gutierrez y Pellico, La Aceveda, La Serna, Lavaggi y Zapata, Lerma Torrecilla, Luceño y Seco, Lucinao Maria Bremón, Lyon y Jardieu, Mademelo Linares, Madrigal, Manuel Balbás, Orquillas, Revillaruz, Riaza, Salvador Zulueta, Santo Tomé del Puerto, Sociedad Braconier y Ezpinarre
Esta linea non nata, formó parte del primer intento para establecer un ferrocarril entre Santander y Madrid por Burgos, del que finalmente por otros intereses no definidos en esta primera etapa de gestación del proyecto e intencionalidad empresarial de llevarla a cabo, únicamente se construyó entre Madrid y Burgos , dentro de lo que se definió como el Directo de Madrid a Burgos.
Aunque concebido inicialmente entre Madrid y Santoña, se varió el proyecto hasta hacerla rendir en Santander. Con el inconveniente que no entraba en su puerto, soslayado este inconveniente por su prevista conexión con el Ferrocarril de Santander a Bilbao.
Conocemos por su inserción en el Anuario de los Ferrocarriles Españoles, año 1893, donde el Gobierno , autoriza en 1891, a Luciano María Bremón y a Salvador Zulueta a practicar los estudios de un ferrocarril de Madrid por Aranda y Burgos, con ramal a Segovia y prolongación á Bilbao , Santander ó Santoña, concediendo dos años para llevarlos a cabo los estudios.
El asunto del Ferrocarril de Madrid a Santoña, impulsado por distintas firmas, pasó de etapas de euforia a otras de escepticismo debido a la falta de sustentación económica de sus pretensiones empresariales para su establecimiento. Pretensiones que pasaron por diversas etapas con propulsores del proyecto como Gutierrez y Pellico, pasando por los Sres, Lavaggi y Zapata, y las acciones de Luceño y Seco, hasta llegar a la Sociedad Braconier y Ezpinarre, todos ellos defensores de la linea de Madrid al Cantábrico, algunos con ciertas especulaciones.
Apareciendo en prensa , diversas noticias relacionadas con los trabajos preliminares de dicho ferrocarril (El Avisador , de Santoña , 23.05.1896) encomendados a los ingenieros Lyon y Jardieu, por la empresa del Madrid-Burgos-Santoña, destinados al replanteo en Santoña, con la línea de Zallas a Solares y desde allí a Bercedo. Uniendose a ellos el abogado de la empresa Manuel Balbás.
El Sr. Balbás era sobradamente conocido por su intervención en la construcción del ferrocarril de Villena a Alcoy y Yecla, pasando de ser constructor en aquella linea a formar parte del comité nombrado por el Gobierno para la explotación de aquella línea ( RIFV, 10.06.1896).
El contratista general de la linea Sr. Braconier, se interesó por estos trabajos. Creando los sueltos de presa al respecto, una indefinición sobre si Braconier era el contratista o el concesionario, despejando las dudas la RIVF (10.06.1896) indicando que realmente es el concesionario y persona que debería garantizar la construcción del mismo.
Evidentemente por la Ley especial de 29 de marzo de 1895 otorgó a Antonio Buceño Bulgarini, la concesión del ferrocarril de Buitrago a Burgos sin subvención por el Estado. La linea discurriría por: Braojos, La Serna, La Aceveda, Santo Tomé del Puerto, Cerezo de Arriba, Riaza, Corral de Ayllón, Mademelo Linares,Fuentelcesped, Aranda de Duero, Gumiel de Izan, Orquillas, Cilleruelo, Castrillo , Lerma Torrecilla, Madrigal, Revillaruz, Cardeñadijo. La concesión se ajustaría a lo detallado en el Pliego de Condiciones Particulares de la concesión (Gaceta de Madrid, 12 de noviembre de 1896). La concesión fue transferida por Antonio Buceño a favor de Carlos Braconier, por aprobación de la Dirección General de Obras Públicas (RIFBIS, 10.11.1896, pág 345).
Domiciliada en Bilbao , se formó la sociedad del Ferrocarril de Madrid a Santoña por Burgos, con un capital de 16.000.000 pts, quedando desembolsado únicamente el 50 % de dicho capital. La sociedad contaría con importantes subvenciones de la Diputación y de los ayuntamientos de Burgos y Santoña por 3.125.000 pts, a las que se añadían 1.000.000 pts de la Compañía del Ferrocarril de Santander á Bilbao (RIFBIS, 25.12.1896).
El Consejo de Administración quedaría integrado por:
Consejeros belgas | ||
Barón Fernand de Macar de Potesta |
Presidente del Consejo de Administración Cocheril, y del ferrocarril de Somorrostro |
|
Presidente | Arturo de Sauvage-Vercour | Banquero de Lieja |
Vicepresidente | Marqués d´Assche | |
Aroldo Woot | Banquero de Lieja | |
Henry Warnan | Abogado de Bruselas | |
Conde Antremuk | ||
Charles Braconnier | Director General del Central de Aragón en España | |
Conde d´Oultremont | ||
Consejeros españoles | ||
Vocal | Joaquin López Puigcerver | Ex Ministro de Hacienda |
Vocal | Martin Esteban Muñoz | Consejero del Banco de España y de Tabacalera |
Vocal | Duque de Bailén | |
Presidente | Marques de Torrelaguna | |
Vicepresidente | Emilio Nieto | Ex Director General de establecimientos penales |
(RIFBIS, 25.12.1896).y (Anuario de los Ferrocarriles españoles, año 1897, pág 199)
No obstante en el Anuario de los Ferrocarriles Españoles ( año 1897, pág 199), se cita que la línea contaría con 417 Kms de itinerario. Disponiendo de un capital de 13.320.000 pesetas equivalentes a 11.100.000 francos.
Las obras quedarían integradas en cuatro secciones de ejecución:
a) Madrid á Buitrago
b) Buitrago á Burgos
c) Burgos á Bercedo
d) Bercedo á Santoña
El itinerario previsto, cruzaba con el Ferrocarril de Valladolid á Ariza en Aranda, con el del Norte en Burgos, con el de la Robla en Bercedo y con el Santander á Bilbao en Treto, aprovechando con el de la Robla 28 kms de vía común.
Entre las obras más importantes se encontraba el túnel de Entrambasaguas en el valle de Carranza, con 2.100 ml.
( Ver, Ferrocarril Directo de Madrid á Burgos )
Por otra parte se contempló otro proyecto ferroviario conocido como Ferrocarril del Meridiano, cuya ejecución se contempló en vía ancha, incluso en doble vía como algunas noticias de la prensa especializada apuntaba (RIVF, 25.04.1896) , sin concederle demasiada credibilidad.