Publicada el: 15 / Mar / 2012
Etiquetas: Antonio Mayorga, Carbones de las Hulleras Guadalupe, Francisco García Marques, Francisco Garrido, Vallivana
El primer intento de dar salida al carbón de Castell de Cabres,se detalla en la autorización concedida el 21 de septiembre de 1865 a Magín de Grau y Figueres ( Memoria de Obras Públicas 1866, edición de 1867);su interés venía marcado por la propiedad de cuatro minas de lignito en Castell de Cabres..
No obtante en nuestro trabajo dimos con la imagen de un tren, que adjuntamos, construido en los talleres de la » Sociedad Catalana General de Crédito «, bajo la dirección del Sr.Gil y Montaña , dicho tren, probado el 28 de febrero de 1859, efectuó el 2 de marzo del mismo año un trasladado a Granollers, arrastrando 25 TM y venciendo rampas de hasta el 5,5 %. José Gil y Montaña , marcado con una «x» en la imagen, fue director técnico de la » Sociedad Catalana General de Crédito » . ( Ferrocarriles y Tranvías, diciembre de 1951, pág 505 ).
En un detalle que el propio Magín de Grau, proporciona datos destinados a ser insertados, en 1867, ( Información sobre el derecho diferencial de bandera y sobre los de aduanas exigibles a los hierros, el carbón de piedra… Tomo III Carbones, Imprenta Nacional 1867) , donde manifiesta, siendo este un dato relevante para ponderar la potencia de los yacimientos de Castell de Cabres: que las minas están formadas por un grupo de 13 pertenencias, con una superficie de 2.000.000 m2, en una extensión de 5 Kms , cuyos trabajos de preparación se habían desarrollado a lo largo de cuatro años.
Añadiendo que la producción diaria se podria cifrar en 3.000 Qm y que, de contar con un adecuado sistema de transporte,se podrían entregar para su consumo 700.000 Qm /año , durante un período de 50 años. Estado en vetas superficiales, y con un poder calorífico de 5.741 calorías.
Magín de Grau, propuso establecer un ferrocarril de vía métrica hasta Vinaroz, si conseguía una aportación de 20.000.000 Rv. para transportar diariamente al puerto de Vinaroz y al Ferrocarril de Valencia a Barcelona 120 Tm de carbón a 120Rv/Tm (Baila Pallarés, 2017, pág 240)
Las minas de Castell de Cabres , distaban 15 Kms de Morella y 80 Kms al puerto de Vinaroz. La salida del carbón era muy dificultosa por la falta de medios de transporte adecuados. Para suplir esta deficiencia se pensó en enlazar mediante un cable aéreo, las minas con Morella , finalizando el cable en dicha ciudad , junto a la estación proyectada del Secundario de Alcañiz , por Morella y Chert á Vinaroz( Revista Minera Tomo 1908). Una línea que no se llegó a materializar.
Efectivamente , y abundando en lo expuesto anteriormente, la primera actuación ferroviaria conocida respecto de las Minas de Castell de Cabres, nos llega por la Ley de 24.12.1903 (Gaceta de Madrid, 25.12.1903) por la que se autorizaba al Gobierno a otorgar la concesión de un ferrocarril de Vía estrecha, por 99 años y sin subvención del Estado, que partiendo de Puebla de Hijar y por Morella terminara en el puerto de Vinaroz, con un ramal para la explotación de la cuenca carbonífera de Utrillas y otro para la de Beceite, declarado de utilidad pública, con un plazo de 4 años para su construcción, sujeta a las prescripciones de la Ley General de Ferrocarriles del 22.11.1877.
Esta actuación permitiría acceder a las minas de Castell de Cabres facilitando la salida de carbón. La Gaceta de Madrid del 06.06.1908, haciendo referencia a este ferrocarril, detallaba que su primera sección discurriría entre Vinaroz y Aguaviva contemplando un ramal a las minas de Castell de Cabres.
Las minas disponían de varias galerías: Milagro, Teresa, Malla, Emilia, del Rio, Santa Bárbara, San Pedro, Republica, Esperanza. Servidas por una red vías tipo Decauville, sobre la que circulaban vagonetas arrastradas por los propios operarios, en tanto que otras realizaban el arrastre mediante tracción animal.
El carbón tenía una potencia de 7.456 calorías/Kg. Y la producción diaria en un principio, no era muy elevada alcanzando las 60 Tm/día.
El estudio para instalación de un cable aéreo de 16 kms entre las minas de Castell de Cabres y Vallivana, corrió a cargo del ingeniero de minas Antonio Mayorga. Se presentaron tres proposiciones siendo adjudicada a la casa “Ropeways Limited” (Patria, 15.08.1920). Suscribiendo el 30 de junio de 1920, el contrato de compra por parte de Francisco García Marqués, propietario de las minas. En dicho contrato se detallaba que la instalación se entregaría en ocho meses, con un costo de 800.000 pts.
En el proyecto de cable aéreo, estaba prevista la instalación de torres sobre las que circularían 316 vagonetas. La instalación contaría con una máquina de vapor de 300 Cv, proyectada para aportar energía suficiente para electrificar todos los servicios mineros (Patria, 10.07.1921). El cable permitiría depositar en Vallivana 15 Tm/hora.. No tenemos constancia de que el cable aéreo se llegara a construir.
La dirección de las minas, contempló el proyecto de situar en Vinaroz una fábrica de Briquetas, adquiriendo 16.000 m2 de terreno junto a la estación de Norte en Vinaroz, sociedad que giraría con el nombre comercial de “Carbones de las Hulleras Guadalupe”. En Vinaroz, la prensa local difundió la noticia de que Norte estaba interesada en la producción de briquetas (Patria. 06,03,1921).
Es muy significativo que finalmente se recurriera al sistema de tren Renard, del que ofrecemos dos imágenes en este egistro . Aprovechamos esta comunicación para presentar este novedoso sistema concebido por el coronel Charles Reanard.
El sistema consistia en un tren formado por una cabeza tractora y un numero de vagones, cuyo número no excedia de cuatro. dotados todos ellos de al menos un eje motor para facilitar la tracción. El conjunto tenia la virtud de inscribirse en curvas muy cerradas y superar desniveles que dificilmente se podían permitir los ferrocarriles, con una velocidad que dificilmente superaba los 15 kms/h.
Renard puso en preactica su sistema, creando la «Societé du trains Renard», fundada en 1907, llegando a un acuerdo con Daimler de Coventry, crenado la «Renard Road rail Transportation» , llegando a fabricar unas 200 unidades de tren, suspendiendo la producción en 1914
Retomando el asunto de las minas de carbón de Castell de Cabres, manifestaremos que todas estas actuaciones de la empresa Garrido, coincidían en el tiempo con la promulgación de la Real Orden de 10 de noviembre de 1920, por la que la Sección de Minas del Ministerio de Fomento, estudiaba un plan de transportes mineros entre las minas y la red general de ferrocarriles, y en su defecto con los puertos más adecuados.
Con destino a las minas de Castell de Cabres, se recibió un compresor de 50 Cv destinado a la instalación de aire comprimido. Esto permitiría mecanizar el arranque con el consiguiente ahorro de costo. No obstante en Vinaroz se especuló con la paralización de las extracciones, debido a la competencia del carbón inglés, puesto que el Gobierno de aquel país subvencionaba con 3.000.000 £ semanales la producción dedicada a la exportación, permitiendo mantener competencia con los carbones nacionales.
Con el objeto de relanzar la producción en Castell de Cabres, contando con los sistemas mecánicos de extracción y transporte adecuados, Francisco Garrido se vio forzado a acogerse a la Ley de marzo de 1917 solicitando un préstamo de 1.000.000 pts al Banco de Crédito Industrial.
En 1917, la mina Guadalupe proporcionó 3.800 Tm de hulla y 2.310 Tm de lignito ( Baila Pallarés, 2017,pág 167).
Estas minas tuvieron una aceptable explotación en el periodo de la primera guerra europea, debido a la escasez de combustibles. El coste del transporte de carbón entre Castell de Cabres y Vinaroz era de 60 Pts/Tm y el de Torremiró a Vinaroz de 35 pts/Tm, ofreciendo la compañía una compensación de 2 pts/Tm al termino de los seis meses de duración del contrato (La Voz del Pueblo, 20.07.1918).
En la década de 1910-20 , estas minas suministraron combustible a la fábrica de Juan Giner de Morella, cuya primera máquina de vapor se instaló en 1870 y pervivió hasta su cierre en 1926, y a las industrias textiles y serrerias de aquella localidad,
Las minas fueron decayendo en interés, puesto que los precios de transporte no eran competitivos, hasta que por la ley de la 2ª Republica de 9 de agosto de 1936, se volvieron a explotar aquellas minas para remediar la escasez de combustibles (Gaceta de la Republica nº 345, 10.12.1936).
La explotación ordenada corrió a cargo del “Comité Antifascista y Frente Popular de Castell de Cabres”, rehabilitando la explotación de las siguientes minas:
Nº | Mina |
957 | Guadalupe |
1135 | Primera ampliación a Guadalupe |
1423 | Pérez Galdós |
1497 | Precisa |
1131 | Vicente |
1508 | Demasía a Precisa |
1281 | Segunda ampliación de Guadalupe |
1310 | Bautista |
1332 | Luz |
1449 | Verdún |
1507 | Demasía a 2ª ampliación de Guadalupe (en Herbés) |
La Mina Guadalupe fue la más apreciada por sus lignitos