Publicada el: 23 / Mar / 2012
Etiquetas: Alcalá del Rio, Cantillana, Coria del Rio, Gelves, J.M. Ibarra e Hijos, José maria Ibarra y Gutierrez de Caviedes, La Algaba, La Puebla, Navalázaro, Palomares, San Juan de Aznalfarache, Santiponce, Sevilla
Este ferrocarril resulta de la conjunción de dos solicitudes de la firma “J.M. Ibarra e Hijos”, grupo empresarial sevillano de origen vasco, con intereses mineros y navieros. La naviera actuó de síndico de transportes en la minería andaluza, detentando el transporte marítimo y fluvial de cabotaje. La sociedad estuvo presidida por José María Ibarra y Gutiérrez de Caviedes.
La primera concesión de las mencionadas, otorgada el 4 de mayo de 1888 (Gaceta de Madrid, 06.05.1888), por autorización al Gobierno para conceder sin subvención del Estado a “J.M. de Ibarra e Hijos” la construcción y explotación de un ferrocarril de vía estrecha que partiendo de Cantillana, se dirija por Villaverde, Alcalá del Río, La Algaba, Santiponce, Sevilla, San Juan de Aznalfarache, Gelves, Palomares y Coria del Río a terminar e La Puebla, junto a Coria. El ferrocarril gozó en la concesión de su calificación de la utilidad pública, debiendo desarrollar su itinerario de acuerdo con el proyecto presentado por los solicitantes y ajustarse al pliego de condiciones particulares de la concesión.
Ibarra y Cía en diciembre de 1891 tras varias negociaciones con acreedores, pospusieron pagos aplazados, incluyendo como garantía la mina de mineral magnético de Navalázaro ( R.M. T 42 año 1891, pag 362)
Al poco tiempo, el 6 de mayo de 1892 (Gaceta de Madrid, 07.05.1892) se autoriza igualmente la concesión sin subvención, de un ferrocarril de vía estrecha que partiendo de Cerro de Hierro termine en Cantillana, para enlazar con la línea en proyecto de Cantillana a La Puebla. (Revista Minera, Tomo 43, año 1892, pagina 175) destinada a dar salida al mineral de hierro del Pedroso y facilitar su embarque en La Puebla. (Ver, Ferrocarril de Minas de El Pedroso).
Esta segunda concesión de 1892 a Ibarra e Hijos, se llevó a cabo enlazando en 1895 con el ramal de Cazalla á Constantina para dar salida al mineral a través de la linea de Mérida a Sevilla hasta el puerto de Sevilla, donde los Ibarra disponian de su propio negocio de fletes.
En 1905 entraron en servicio los primeros 15 Kms de línea.