Publicada el: 22 / Mar / 2012
Etiquetas: Paulina de Camargo, Pedro Fernández Campa, Victor Rodriguez Espina
Línea de tracción sangre, dotada de un plano inclinado. Construida para el beneficio de las minas con sus talleres y edificios según los derechos de Pedro Fernández Campa manifestados en la escritura compulsada en la notaria de José Victor de la Sota el 23 de marzo de 1878, a requerimiento de Victor Rodríguez Espina en su calidad de administrador de la sociedad especial minera “Paulina de Camargo”, de la escritura de constitución de dicha sociedad otorgada el 25 de febrero de 1878.
Reconstituida la sociedad y para la construcción del ferrocarril, aportó Pedro Fernández Campa, las vías e instalaciones del ferrocarril, material de explotación y arrastre. La nueva sociedad se comprometió a la construcción de un ramal del ferrocarril y un embarcadero.
La línea industrial disponía de un plano inclinado de 919 ml y 1,10 cm de ancho, con dos vías sobre banqueta de 8 ml y cuatro vagones para su servicio, dotado de máquina de vapor fija de 10 CV.
En el inventario realizado el 1 de marzo de 1878, este ferrocarril minero contaba con: 23 vagones de vía , un coche y 8 caballerías. El coste total de los 2.493 ml de explanación, obras de fábrica y materiales, de los 463 ml de vía general y de los 1.068 ml de vias de laboreo, ascendían a 208.256 reales, según se detalla en la Gaceta de Madrid del 4 de abril de 1878.
La continuidad de esta línea se llevó a cabo con el establecimiento del ferrocarril de Minas de Camargo a la estación de Cistierna.
(ver, Ferrocarril de Minas de Camargo a la estación de Cistierna)