Publicada el: 30 / Ene / 2013
Etiquetas: Alto Torio, Compañia del Ferrocarril del Torio, Torio
La Ley de 16 de junio de 1899, otorgó a Julian Fernández Suárez el ferrocarril económico de León a Matallana, quien transfirió sus derechos a Juan Isla Domenech en escritura otorgada el 13 de diciembre de 1901, coincidiendo con la fecha de la concesión de la línea entre Medina del Campo y Gijón.
En efecto, en esa misma fecha – 13 de diciembre de 1901- se otorgó escritura de cesión del ferrocarril de León a Matallana, en la notaria de Federico Planas, por Juan Isla Domenech, como aportación a la Compañía del Ferrocarril de Medina del Campo a Gijón, englobando la propiedad de la linea de León a Matallana y de Matallana a las minas del Alto Torio, que constituian la concesión otorgada a la Compañía del Torio. Esto creó la disyuntiva de no conocer exactamente a quien realmente pertenecía la línea de León a Matallana, si a la compañía del Torio o a la de Medina a Gijón.
En nota al respecto , insertada en la Gaceta de los Caminos de Hierro del 1 de octubre de 1904, se manifesto que sería propiedad de la Compañía del Ferrocarril de Medina del Campo a Gijón, puesto que según constaba en la escritura de 13 de diciembre de 1901, la Compañía del ferrocarril de Medina del Campo a Gijón , quedó facultada para emitir , además de las 3.000 acciones de 500 pts, que representaba el capital social, 4.400 obligaciones garantizadas con el capital social y con hipoteca sobre la línea de León a Matallana y Minas del Alto Torio; obligaciones que contaban con un interés del 3 % anual, amortizables por sorteo en 90 años.
Un analisis de lo expuesto nos lleva a considerar :
a) que la compañía del ferrocarril del Torío se consideraba propietaria de la línea de León a Matallana y Minas del Alto Torio.
b) que Juan Isla Domenech no las hubiera podido aportar en la ecsritura de constitución del Ferrocarril de Medina del Campo a Gijón, si la concesión no hubiera estado registrada a su nombre , ni menos se hubiera gravado con una hipoteca, sin que se justificaran tales propiedades.
c) Que Juan Isla Domenech figuraba como propietario de la linea de Medina del Campo a Gijón, empresa de la que llegó a ser nombrado Director General.
La verdad es que existe un desconocimiento sobre si llegaron a emitirse las acciones y las obligaciones hipotecarias reseñadas en la escritura de constitución del Ferrocarril de Medina del Campo a Gijón.
No obstante en la Junta General de la compañía, referida el ejercicio de 1902 (GCH, 24.02.1903), se informó del desembolso de las 52.500 pts de fianza definitiva exigidas y de la aceptación del pliego de condiciones particulares de la concesión. Manifestando la prensa especializada que el presupuesto establecido de 86,73 pts /ml , para este ferrocarril, incluyendo obras , material móvil y fijo, era considerado como inviable , puesto que sería el ferrocarril más económico del mundo, fiel preludio de su no realización.
Aún así se llevó a cabo el 1 de abril de 1903, una inauguración simbolica en presencia de las autoridades leonesas, en las que el Sr, Isla dió el primer golpe de pico , comenxzandoal trabajos varias brigadas de personal presente (GCH, 24.04.1903). Incluso se anunciaron concursos para la adquisición de material, entre ellos el publicada en la Gaceta de los Caminos de Hierro el 17 de julio de 1903, para el suministro de 6.000 traviesas de roble, fijando su entrega para los meses de agosto y septiembre.
Entró a formar parte del Consejo de Administración, Fernando Puig, Marqués de Santa Ana, en un contexto de extrañas connotaciones empresariales poco favorables a una acertada marcha de la compañía.
En un intento de aclarar esta situacion, analizando a la «Compañía del Ferrocarril y Minas del Alto Torio», sociedad que no tenía nada que ver con la «Sociedad Hullera del Torio» ni con «Charbonnages de Matallana», mostraremos el balance de situación publicado el 28 de febrero dde 1904, en el que se insertan los siguientes datos:
Activo | pesetas | Pasivo | Pesetas |
Concesión del Ferrocarril de León a Matallana | 381.000,00 | capital | 1.800.000,00 |
Concesión del Ferrocarril de Matallana a Minas
del Alto Torio |
219.000,00 | fianzas | 4.000,00 |
Gastos de constitución | 20.792,21 | Depositos de Consejeros | 300.000,00 |
Deudores accionistas por dividendos a realizar | 817.550,11 | ||
Depósitos de consejeros | 300.000,00 | ||
Delegación de León | 5.050,88 | ||
Gastos generales de 1902 y 1903 | 20.257,05 | ||
Mobiliario y material de ingenieria | 3.551,70 | ||
Altos Hornos de Vizcaya | 673,69 | ||
Ramal de matallana a Orzonaga | 289,00 | ||
Expropiaciones | 16.520,38 | ||
Construcción | 165.565,57 | ||
Depósito de construcción | 49.129,40 | ||
Efectos a cobrar | 50.000,00 | ||
Caja | 54.620,48 | ||
Total Activo | 2.104.000,00 | Total Pasivo | 2.104.000,00 |
(GCH, 01.10.1904)
Este balance manifiesta una situacion financiera aceptable, en la que las partidas del activo estan devengadas , y en contra solo aparecen en el Pasivo, como exigibles las 4.000 pts de la fianza del contratista. Quedando a la espera de que la compañía contara con suficientes medios para poner en explotación las líneas que figuran en su activo como concesionarias. Concesiones del 22 de enero de 1903. Aunque la sociedad incumplió el pliego de condiciones particulares de la concesión al no tener concluidas las obras para el 23 de enero de 1907, llegando a solicitar nueva prorroga hasta el 11 fe abril de 1910.
Llama la atención que en este balance figuren ambas concesiones en fecha posterior a la de cesión por Juan Isla Domenech como aportación a la sociedad del Ferrocarril de Medina del Campo a Gijón.
(ver, Ferrocarril de la Robla )